martes, 14 de junio de 2011






























siempre me gustó imaginar a mis abuelos mientras se acuestan a dormir. en realidad, recordar las noches de sábado durmiendo en la cama grande con ellos. metida en el medio. dormir con un autito de bomberos en la mano. mientras mi abuela lee, mi abuelo ve boxeo. ella lo reta le dice que apague esa basura del televisor. él la ignora. me da caramelos hasta el hartazgo. saca chocolates. esto es una fiesta. comemos. mi abuela lee. le sigue pidiendo que baje la tele. yo me acurruco con ella. amo apoyarme en su panza como refugio. leer y no entender el inglés. usar su camison que me queda gigante. estar metida en el medio de los dos. es un placer. que ella me cuente historias de la tía Paloma. de cuando vivían todos en Córdoba. que me hable mitad Inglés mitad castellano. que me de besos con ruido. y me diga muñeca todo el tiempo. mientrás él me diga lalita, lalita. tomemos un gancia, no pasa nada, tiene poco alcohol. no digas nada, igual. que se levante a las 3am a tomar un vaso de leche y mi abuela lo rete por encender la luz. crecer no es olvidar estar en el medio de su cama grande. cómo serán ahora. que ya no puedo meterme en el medio de los dos porque mi cuerpo ha crecido. mi alma no. cómo será. me los imagino desprendiendo los botones de sus camisas entre sí. porque sólos es difícil. me voy a meter en su cama un rato más. así dejo de crecer, y los siento un ratito más.

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