viernes, 16 de septiembre de 2011















Lo bueno de todo esto es que es viernes. Parece que el cielo se vistió de polvo y nos quiere ensuciar las ideas, la ropa, las miradas y algun que otro pelo. Parece que nos ponemos como locos, que esto nunca pasó, que la cabeza nunca dolió así, que las horas de estudio próximas pueden colapsar, que algún árbol quiere derrapar sobre vos, que las bocas están ásperas y las manos como queriendo ser marroncitas. Que hay un cielo celeste que hoy se fue de joda y está siendo reemplazado por otro más beige. Que manejás hacia el centro y no alcanzás a ver el perfil urbano culpa de esta neblina histérica que el viento trae consigo.

Parece que la poesía de girar con el viento se acaba cuando el físico no nos responde.
Parece que girar con el viento hoy: será tan necesario como tomar tu mejor Cefalex.

Otra cosa buena será quedarte encerrada en tu casa y comenzar a estudiar para ese final que rendís el lunes y aún no reaccionaste.
Algo bueno tiene que tener el viento, a parte del arte de revolear los pelos en la calle y enamorarnos de las bocas ásperas de tierra.

Buen viernes.

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