resulta que: estoy comprendiendo que: el tiempo que vivimos hoy, es lo opuesto al tiempo adolescente que hubo hace 3 ó 4 generaciones atrás. veo que: con todo esto que pasó, y que viene pasando, los padres se revelan con la mirada. tu viejo no se anima a creer ni a pensar en su hija festejando la carne. no puede soportar esa imagen. la madre, increíble, pero cierto, apoya a su hija desde el lado femenino y la seduce a creer que ser mujer escapa del sexo. los abuelos consideran que si hay polvo, es justo que haya arroz en el registro civil, es necesario. tus padres saben que ahora la gente se junta, está todo bien. te dicen que bueno, que vos tomás tus decisiones, que ya sos grande.. y no se enteran que cuando dicen eso, más despiertan el indio del sexo. tu madre diciéndote: y si a vos te pasa, sería un bajón, porque vos no tenés relación estable. y yo la aplaudo a mi madre cuando me dice eso, porque básicamente, siento exactamente lo mismo. el tema es que: nosotros creemos en la vida, y la amamos tanto, que las cosas fluyen con una naturalidad que ellos jamás percibieron. los sucesos históricos liberan en exceso y las democracias nos han arrojado a este mar de libertades atroces, llenas de miserias y consumismos. espejos, colores, brillantes.
si ellos supieran, que la vida, es ese gesto de la sonrisa efimera. esa gillotina de lamentos que aparecen de tanto en tanto. esa nueva teoría de que el corazón tiene cerebro. ese abuelo imponiendo ser racionales. esos padres intentando explicarte por qué no tenés que cojer. y esta generación empolvando las paredes de esta, sus vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario