martes, 31 de mayo de 2011



Así es: todas las mañanas arrancar con un primer café. Del resto perdí la cuenta. Hoy, el café está distinto. Le puse leche. Cosas que hago cada uno o dos meses más o menos. O cosas que hago cada vez que voy a mi amiga Ale y me abre la puerta con una taza en la mano y este jarabe delicioso. Y sí hay cosas que no hacemos todos los días.



Bueno, a mi me pasa que cada uno o dos meses, aprox, me encuentro con una camionetita amarilla viejita que anda por Luján y su conductor maneja que da calambre. Siempre cada tanto, la veo, posta. Resulta que amarilla y yo nos conocimos una mañana de septiembre hará dos años atrás que le saqué una fotografía (tengo la prueba). Luego de esa vez, la debo haber visto unas diez u ocho vecez más, cada vez menos amarilla. Su dueño la usa intensa y parece que la camionetita ya se amoldó a cada quiebre del asfalto lujanino. Como sea, siempre me cruzo con ella en días distintos y equilibrados. Amarilla de mis sueños, quiero verte hoy.



Una vez, estaba cenando con mi tía, y me llamó. Prometió pelicula y sueños. Vino. Y lo que sigue ya lo saben. Bueno, yo acepté. Resulta que no vimos ninguna película, porque nos colgamos hablando de 'el buitre' de kafka, pusimos música de jetrho tull y él me decía que era muy hippie por tener esa música en mi compu. risa. vino. de golpe, un poco de cine. los beatles. y yo qué se. Su padre no estaba. Y estoy segura que su padre no era el señor de la camionetita amarilla. Cerveza. y seguimos como hasta las 5am en un disparo de intelectualidades que a veces aburre. Nos fuimos a dormir mirando un documental de Patty Smith.



Y al otro día, cuando volví a casa, en un semáforo detenido, dobló furiosamente contraria a mi, la amarillita.



La amarillita venía a tirarme un poco de equilibrio, la noche anterior había desvastado todas las emciones que una mujer puede percibir. Entonces: que viva el café con leche, la amarillita y todas las esquinas furiosas de encuentro con ella doblando mis desequilibros que el tiempo elija.



(La foto sólo es un momento de la desequilibrada esperando abrir la puerta para salir a amarillear)

lunes, 30 de mayo de 2011

como recuerdo muy pocas cosas de todas las que hablé (o digamos, él habló) con el profesor, voy a intentar escribirlas, por ahí ahora las entiendo. bien, claramente la administración es una reverenda cagada (error uno). especular con los metros cuadrados es un vicio que no vale la pena fomentar. la admisión y egreso debería ser un sitio de fácil acceso, y no que llegues por una rampa mientras te colgás con los abedules que marcan el recorrido (error dos). regalar espacios verdes al contexto urbano parece que no garpa, la intención era generar una transición entre lo público y lo privado, pero según el teacher se llena de negros fumaporro (error tres). pero bueno, es verde, la alegría es verde, se soluciona con un lindo jardín inglés ( justo inglés tenían que denominarlo?). pasemos a los quirófanos: se ven bien, funcionan, NEO está clarísima, sólo agregale un pasillo técnico más puro (no es TAN error)

ahora, profe, yo le pregunto: ¿me deja hablar? digo, no sé, como para ver qué onda, vió.. a mi me gustan las ventanas irregulares, no me diga que es un capricho, quién dice que todos los dinteles son a 1.20? a ver, no me diga que es un capricho. son distintos gustos, profesor.

yo quiero hacer una clinica volumétricamente distinta, que no sea una caja de zapatos, sabe? me encantaría gritarle mientras duerme, cagarle los sueños y comentarle que detrás de sus lentes hay un montón de futuros colegas que probablemente no sean mejores que usted, pero que sienten la arquitectura de otra manera y viven en un contexto en el que usted no nació.

estoy tan enojada, que tiraría su materia por la ventana. sabe?


Bien. el mareo del mes que se va ya se siente. No me digan que no están deseosos de conocer a junio. Un mes que promete llenarnos de días color gris y narices rojas. Unos nuevos treinta días aparecen en el rodaje. Si vamos a hablar de mayo, digamos que fue breve, rápido, nocturno y atemporal. Fue un mes como todos, ahora, no es fácil para mayo estar después de abril. Hay mucho carisma en abril con el amor, si no me creen, conversen con Fito. Digamos que mayo es como un día martes. Un mes tibio, tonto, poco querendón. Aparentemente nacieron muchas personas queridas, eso hace que mayo tenga otro color. Pero es tibio, es el quinto mes, esperando al sexto, donde todos sabemos que la mitad del año asoma. Pobre mayo, le tocó nacer justo antes de la mitad de todos nuestros procesos, se comió todas las transiciones y encima está por terminar la facultad. Está en su último año. Pero hoy amaneció con una lágrima suelta que le dice: ¿mayo, vos querés vivir de esto toda tu vida? encerrado en 4 paredes dibujando? eso deseás? en realidad mayo, que ya no está tibio porque se está yendo, me parpadea y me cuenta entre pestaña y pestaña que desearía vivir de esto pero de otra manera. otra manera. hay tantas. mayo está triste porque no encuentra esa manera. si encontrase esa manera podría proyectar y construir el puente que lo lleve con una sonrisa a junio..



mayo no pierde las esperanzas y sabe que mañana por la noche finalizará con música. sabe que ese es un gran canal para cerrarse y abrirse a junio y su joven vida (que no tiene nada que ver con la de Juno).



en fin. mayo está tibio hasta cuando está por irse. aguarda la noche de mañana. espera refugiarse y devorar el mes de junio, para enloquecer julio, agosto y cada enero de cada mes del año.

domingo, 29 de mayo de 2011



resulta que: estoy comprendiendo que: el tiempo que vivimos hoy, es lo opuesto al tiempo adolescente que hubo hace 3 ó 4 generaciones atrás. veo que: con todo esto que pasó, y que viene pasando, los padres se revelan con la mirada. tu viejo no se anima a creer ni a pensar en su hija festejando la carne. no puede soportar esa imagen. la madre, increíble, pero cierto, apoya a su hija desde el lado femenino y la seduce a creer que ser mujer escapa del sexo. los abuelos consideran que si hay polvo, es justo que haya arroz en el registro civil, es necesario. tus padres saben que ahora la gente se junta, está todo bien. te dicen que bueno, que vos tomás tus decisiones, que ya sos grande.. y no se enteran que cuando dicen eso, más despiertan el indio del sexo. tu madre diciéndote: y si a vos te pasa, sería un bajón, porque vos no tenés relación estable. y yo la aplaudo a mi madre cuando me dice eso, porque básicamente, siento exactamente lo mismo. el tema es que: nosotros creemos en la vida, y la amamos tanto, que las cosas fluyen con una naturalidad que ellos jamás percibieron. los sucesos históricos liberan en exceso y las democracias nos han arrojado a este mar de libertades atroces, llenas de miserias y consumismos. espejos, colores, brillantes.



si ellos supieran, que la vida, es ese gesto de la sonrisa efimera. esa gillotina de lamentos que aparecen de tanto en tanto. esa nueva teoría de que el corazón tiene cerebro. ese abuelo imponiendo ser racionales. esos padres intentando explicarte por qué no tenés que cojer. y esta generación empolvando las paredes de esta, sus vidas.


amanecerte con el despertador.. como un grito cargado de ansiedades.. es algo que todos conocemos. rrrrrrrrrrrrrrrrrrriiiiiiiingghg y uno estalla, se saca las plumas de la boca, divierte aleteando sus pestañas y piensa en dormir todo el día. se distrae unos diez minutitos más, se da vuelta, se desviste, se vuelve a meter a la cama, cinco minutitos más. listo ya es hora. vuelve a soltar de la cama. algunos hacer crujir cada una de sus articulaciones, otros sólo salen corriendo al baño. abrís la ventana y ves que el cielo está de paro, de luto ó en terapia intensiva haciendo el aguante a alguna estrella ebria que anoche derrapó. ves que hoy amarías estar en cualquier lugar del mundo, agarrar el mapa y recorrer ese sitio que aún es desconocido, almorzando con gente desconocida y durmiendo con gente recién conocida. pero no, el día en tu casa al parecer es más tentador. recordás partes de la pelicula que viste la noche anterior y la mezclás con los sueños victimas del inconsciente que tuviste hace dos horas. empezás a masticar esas imágenes y buscar un sentido de por qué viste lo que viste mientras dormías. o no?



amanece, mi madre me hace un planteo sexual (con esto de mi amiga recién esperando una creatura) yo la corto en seco. voy por un café cargadisimo y mi padre ve la fórmula 1. charlamos. me cuenta: mirá, nosotros estuvimos ahí. ah, cierto! recuerdo lo poco que me gustó ese sitio sin rastros de vida, todo perfectito. yo deseaba ir al barrio gótico justo cdo mi viejo me contaba el recorrido que hicimos en aquel lugar. porque, sé, que algún día amaneceré mirando las torres de la sagrada familia y planeando una huída con alguien a quien recién conozca.

sábado, 28 de mayo de 2011

un cuento. uno



Federica y la caja de tizas respiran un poco de aire puro que el día les regalaba. Juntas se revuelcan por los papeles y Federica no comprende cómo las tizas pueden entender lo que ella siente, le cuesta acostumbrarse a la idea de que ellas pueden crear todo lo que pasa por su mente, es decir ¿cómo la escuchan?
Fede se pasó varios momentos del día planeando cómo descubrir a las tizas. Ideó un plan para observarlas cuando ellas estuvieran tiradas al sol ó cuando fueran a clase de clasificación de texturas ó cuando se sentasen a tomar un té de peperina.
Un día, pudo escuchar lo que las tizas susurraban, y se lamentó por no tener un grabador. Se quedó asombrada y un tanto asustada por las reacciones y conversaciones que ellas tenían. Hablaban de situaciones históricas y se volvían locas y revolucionarias cuando se tocaba el tema del Mayo Francés y el eterno “prohibido prohibir”. Después se colgaron hablando de lo parecida que Federica era a la actriz de Amelie con ese pelo tan corto y sugestivo, y esa ropa de todos los colores posibles. Qué loco, por primera vez escuchaba a alguien hablar de sí misma. Criticaban la música balcánica loca que escuchaba su vecina, pero más se reían de los gritos gitanos que esta chica solía entonar a las 4 a.m. Ja.
Así, Fede cada día se volvía más loca con las historias que las tizas le contaban en sueños.. Conoció un personaje mitológico que la reveló y le enseñó a tocarse la nariz con la lengua. Se hizo amiga de Pipi la chica de ojos anaranjados. Anduvo en bicicleta con el E.T. y le confesó su mayor secreto: su vida.
Todos estos ensueños la llevaban hacia irrealidades desconocidas que la atraían justamente porque era todo nuevo, raro y filosófico para ella. Federica imaginaba eternamente su vida cargada de todas estas emociones felices, no querría abandonar este sentimiento de placer jamás.
Un día, decidió confesarle a su amigo Gerva todas estas historias de las que estaba siendo partícipe. Se fueron a comer manzanas con pororó frente al lago, y así ella comenzó su relato. Su amigo creyó que su amiga se estaba volviendo loca, pero había algo en esta locura de Fede que le atraía y lo hacía querer ser parte de ella.
Ella le habló de cada detalle mientras caminaban por ese rosedal que alguna vez la vio andando en bici de niña, cargada de globos que su padre le habría comprado. Se sintió tan libre relatando todos los sucesos que estaban traspasando sus días, que estalló y no le quedó más remedio que invitar a su amigo a vivir de estas secuencias.
Al otro día, mientras la mamá de Fede seleccionaba los broches por color, llegó Gerva. Resulta que Fede estaba en clase, y Gerva tuvo que esperarla. En realidad tuvo que sentirse un poco incómodo ya que deseaba que su amiga llegase lo más rápido posible y no charlar con su madre de las últimas novedades que andaban circundando por las calles como el embarazo de esa chica tan jovencita de tan buena y módica familia: ¿qué le habrá pasado por la cabeza para hacer algo así a la hija del mejor ingeniero civil de la ciudad? Ja. Definitivamente la madre de Fede tenía la capacidad de incomodar a la gente por sus explosiones de sinceridad y necesidad de hablar cosas sin sentido.
Pasada una horita, Fede regresó. Traía consigo unas ramas que había rescatado en el camino, ella estaba convencida que con esas ramas podría alcanzar más rápido aquella nube con forma de tortuga.
Saludó con un gran abrazo a su amigo que no paraba de mirarla mientras ella se desligaba de todos los bolsos, abrigos y risas que traía consigo.
Desmenuzaron su futuro plan, y se dirigieron hacia la habitación creativa de su casa. Allí, el papá de Fede experimentaba con un objeto típico donde viven los peces, dícese pecera, en la cual, en vez de meter peces, tiraba todos los elementos tecnológicos de ultra modernidad que se rompían a diario en el pueblo. Él quería conocer cuánto eran capaces de resistir estos objetos a un espacio tan sutil como lo es el agua, si tanta tecnología debía tener un significado, una razón de ser.
Se colocaron debajo del sofá, y las tizas, presas de sus ojos, comenzaron sus dilemas diarios. Parece que rosa estaba deprimida porque azul no quiso acompañarla a la sesión de masajes descontracturantes creados por verde que blanco le había propuesto experimentar.
Gerva no podía expresar con sus ojos en palabras todo lo que estaba viendo. Su amiga no estaba tan loca, y él sabía que a partir de ahora ese era su nexo y su interés, sus utopías mezcladas en una caja de tizas coloridas que le regalaban las mayores anécdotas que jamás había escuchado. Se relamía su alma en gritos salvajes felizmente interactuados al escuchar lo efímera que la vida de las tizas era.
Ambos se hicieron adictos a estos encuentros y diseñaron sus días para poder escucharlas el mayor tiempo posible. Así sus mentes se agilizaban y podían escribir, sentir, gritar cada vez más armonías.
Comenzaron a escribir cada uno de estos sentimientos y se flagelaban ficticiamente cargados de emociones que necesitaban plasmar en papeles. Estaban desquiciados por todas estas historias y no podían resolver cómo la vida podía regalarles a ellos momentos tan simples pero bellos cada día.
Fabricaron una máquina experimental para albergar historias de tizas que recorrería cada rincón del mundo que ellos tuvieran la suerte de conocer. Inventaron un sistema de clasificación según el color de cada tiza y según el estado anímico progresivo que presentasen con el correr del tiempo.
Se limitaron sus vidas a una caja de tizas.
Tan explosivo fue, que compraron tantas cajas de tizas como historias querían sentir. La revolución de color había llegado a casa de Fede para quedarse algunos años más. Color, tonos y degrades inundaron el espacio para relatar historias en todos los idiomas posibles.
Claro que habían días y momentos en que las tizas generaban huelga y no contaban ni media historieta. Entonces, ellos comenzaban a bailar música celta en el medio de la habitación para invocarlas y movilizarles el espíritu.
Amaban cada momento que estas mezclas de texturas les regalaban y sin darse cuenta se pasaban la vida sintiendo esto. Solo ellos podían absorber todo lo que las tizas querían explicarles con sus vivencias. Sólo ellos podían ser partícipes de la historia más divertida que atravesaría sus vidas.
Sus vidas seguirían siendo tan típicas para los demás que eso los divertía más. Su secreto, su complicidad los transportaba a un ritmo inexplicable que los unía y encadenaba en un ser mutado con texturas de colores primarios.
Hubo entonces, una sequía en el alma de Fede. Creyó un día que las tizas ya no la divertían y no encontraba la forma de explicarle esto a su amigo. Se juntaban y relataban, flasheaban y deliraban con las memorias de las tizas, pero ella ya no se sentía tan atraída.
Cómo le explicaba esto a él.
Él, por otro lado, se moría de ganas de hacer algo que no podía contarle a ella.
Ambos estaban incómodos, desconcertados, pero juntos. Insólitamente, juntos.
Llegó un capítulo de sus vidas que no pudieron evitar contar (lo secretearon con las tizas, cada uno por separado, unos minutos anteriores al hecho revelador).
Fede volvía de casa de María, pasó por lo de Gerva para ir a su casa juntos, pero él no estaba. Simplemente era una rutina encantadora pasar por lo de su amigo, y buscarlo para enloquecer con el hecho de que sus pupilas sintieran colores.
Llegó a su casa, y estaba todo en paz. Nadie estaba allí. Sintió un poco de miedo, el silencio le daba miedo, más precisamente cuando se encontraba sola, en un lugar tan conocido para ella.
Se moría de ganas de ir a la habitación, pero no debía ir sin su amigo, ella su nido artístico co-creado para vivir las mejores películas de sus vidas.
Encendió la ducha.
Escuchó susurrar alguna música de Led Zeppelin. ¿Quién otro sino Gerva lo escucharía? Se asustó, su amigo no podría estar allí. Se vistió nuevamente, debería resolver el no silencio de su casa.
En penumbras, casi, caminó hacia el patio donde se encontraba ese aljibe que ella debía atravesar hasta llegar a la habitación. La música crecía a medida que ella agigantaba sus pasos y su alma.
Abrió la puerta de plástico y lo vio. Vio lo que jamás hubiese imaginado. Lo vio.
Gerva, rodeado de tizas, de todos los colores, con su boca llena de tizas, devorando cada tiza que sus manos rozaban. Las comía, las percibía, las atraía a sí mismo. Las gozaba y no quería compartirlas con ella. Las comía como un animal.
Llantos. Gritos. Risas.
Ella, partida, fragmentada como todas las tizas, cayó.
Silencios. Y gestos de tizas por el aire.
Ella, le susurró: No vez, que todas estas historias estaban esperando ser carne, tan ambicioso tuviste que ser, devorarlas, y no poder esperar que ellas por sí solas resucitaran, y nos regalasen cada espacio de su memoria poética y sensible? Tanto tiempo, tantos días, tantos sentimientos, para que vengas como un animal salvaje a llevarte todo lo que nuestras tizas crearon en esta habitación. Yo estaba esperando este momento, para contarte que podés salir por la ventana ahora mismo, que ya te devoraste todo lo que podías en la vida. Y que ahora sólo te queda el recurso de tu mente para escavar y buscar todo lo que ellas te dieron, porque, tu alma, la guardé en el aljibe.



Hablemos de este día. Es mayo, día 28. Podrías decir, que experimentaste 2 sueños en 8 horas donde 2 personas desmintieron 8 rarezas de sus vidas, 2 deportistas corrieron 8km y 2 niñas se fumaron 8 barriletes con sus 2 padres masticando 8 hojas de coca mientras agitaban a sus 2 madres a tomar 8 fotografías del momento de fumación. 2 espejismos en 8 situaciones diversas conversan con 2 farolas urbanas que quemaron 8 focos la noche ayer. y si esos 2 pibes no dejan de pelearse, 8 golondrinas se comeran sus mejores momentos. las 2 imágenes que soñé anoche podría reproducirlas en 8 historietas distintas y convencerlos de que mis 2 sueños podrían mutar y ser 8 pequeñas historias. 2 espacios se repiten y 8 cervezas fueron tomadas, repitiendo el verso de la casa tomada, mientras 2 extras se jugaban la vida en 8 castings distintos. porque, por si no lo sabían, cada noche, cada 2 horas y 8 minutos, hay un llamado a los actores, 2 principales y 8 de reparto, 2 asistentes de cámara y 8 pibes que producen. 2 y 8 son los números de los sueños repartidos en 2 historias fragmentándose en 8 recuerdos. 2 y 8 invaden nuestros estados inconscientes y nos someten a la gran actuación. 2 y 8 son los números que se trajo la noche del sábado a dormir con vos.

jueves, 26 de mayo de 2011


imaginé cómo tiraba unas 60 ovejas, un flash que ni les cuento.



pero no funciona esa data de contar animales, no me jodan.



me las imagine hasta como si fueses globulos rojos.



pero es mejor verlas como si fueses carne molida.



a propósito, qué onda con la carne molida?



por ahí nos soluciona la vida imaginarnos al carnicero destrozando la carne antes que ponernos a contar ovejas.



una de las amigas ovejas estaba buscando una ventana,



la muy guacha se quería suicidar antes de que la tiré por el precipicio.



la agarré, la acaricié y le dibujé una sonrisa buena onda.



me sonrió y bueno no quedó otra que soltarla.



está bueno eso de reemplazar a las ovejas por otros objetos.



imaginar que contamos las puas de mollo, antes que ovejas.



crear un cielo y buscarle forma a las nubes,



luego comerlas cual algodones de azúcar



dedicarles una canción



y soltarles la rienda.







la otra es hacerse amiga de las ovejas, me parece.



invitarles una birra y charlar. pero quizás uno está cansado de charlar con uno mismo?



pero es que no charla con uno mismo, charla con su mente ( eso me dijo la oveja hija de pu )







un poco de yoga no les vendría nada mal ovejas mala onda que pretenden que las contemos a altas horas de la noche


En general, todos sabemos cómo es nuestra Mendoza. Hablamos de las diferencias sociales, de la nueva clase media, de los nuevos ricos, de la gente que no progresa, de toda la que ha evolucionado en estos ocho años.. y de toda la que no. En general, sentimos que somos cerrados, conservas, prejuiciosos y despreocupados por temas importantes. Nos hacemos llamar tibios y eso parece no molestar, parece..

Este verano, el año pasado, y el año anterior, a mi me dio la sensación de que los aires mendocinos estaban empezando a rotar. Sí. Quedan secuelas de nuestras etiquetas de latas de conservas, pero estamos yendo hacia los cambios, hacia nuevas tendencias y hacia nuevas costumbres..

El tema de la mineria, demostró que la gente está mutando. Que a pocos les gusta quedarse callados. Que las reinas HOT garpan y que los freaks están de moda. Como sea, el cambio está, se siente y respira. Pasan cosas nuevas. Cosas urbanas. Gestos. Nuevos.

Me preocupa, una vez más, los políticos abusando de las intenciones de cambio de la gente. Me preocupa que prometan CUIDAR EL AGUA y luego no tener idea de cómo hacerlo.. como sucedió con la INSEGURIDAD, claro.. En verdad, yo ya no sé a quién hay que creerle. Ni cómo viene la mano. Es el juego más vicioso que leo, la política.

Que cada uno, uno, sólo, en sí, intuya, vote, sea libre y elija. Que no nos cuenten un cuento de hadas.. Que haditas sobran.


amaneció día jueves. lo bueno fue que hoy no explotaron mis ojos cuando se abrieron, sólo fotografiaron la cara de mi madre pidiendo que despierte. sólo fue ese lindo gesto. yo estaba así como desconcertada, todas las mañanas me pasa. algunas veces ese efecto me dura todo el día, otras es sólo al principio. ayer, si tuve una explosión emocional que vale la pena contar. esos momentos en que saltás de la alegría eterna a la tristeza, desvariando en el medio del proceso pensando y sintiendo cosas vanales, ilógicas, devoradoras. yo no sé esos asuntos modernos, en este mundo moderno, donde todo ya es postmoderno. no sé cómo se viven ciertas cosas, quizás soy un poco barroca y me cuesta anesteciarme en las calles de la vanguardia.



ya está, por suerte hoy amaneció nublado y la escalera ya no sube la cielo. las nubes están viendo si caldean el día o no. y no me hablen de la muerte, yo sé que allá arriba están todas las vidas que van a venir.



buen día.

lunes, 23 de mayo de 2011



Me voy a comprometer. Ayer hablé con Carmela y le dije que necesito llevarla a la orilla del río. Ahora, no sé, cómo decirle, esto, que me compromete.

Es un acto sencillo, si le doy una cerveza antes, por ahí el compromiso le sienta más divertido.

Me voy a comprometer.

Carme es tan poco simpática que me cago en las patas. Esto del compromiso me tiene a mal traer. Quizás ella espera más de mí, pero qué puedo hacer, lo tengo que intentar.

Me voy a comprometer.

Estamos ahí, tibios: imaginen la fotografía de Carmela y yo en la orilla del río tomando una cerveza.

Yo, tiemblo.

Ella, me acurruca.

Cómo se lo digo.



Quiero que sea ciega, y no me vea, no me comprometa.

Quiero que se raje el cielo y caiga un violinista que me ayude.





Carmela, yo necesito, comprometerme. Contarte que, todo este tiempo, jugamos a las escondidas,





Querida, yo me voy a comprometer, con otra mujer.







Carmela, no era necesario que me rajes las vestiduras. Podrías haberme clavado un puñal y terminar este relato con sangre y risas y lágrimas.

Pero, vos, siempre, serás quien me comprometa.









Esto me lo contó un amigo que se instaló ayer en alguna de mis neuronas.

Licuado te venden el gas



Ahora el gas es licuado



Con un movimiento pélvico lo licuan



Lo gasifican



Y te lo venden











Ahora venden el gas licuado



Te lo venden licuado



Y gasificado



Listo



Para poder neutralizarte











Licuado te venden el gas



Me contaron



Que lo gasifican



Y luego



Lo licuan



Para que se llame gas licuado.

eso de que uno pregunta : ¿ en qué pensás? cae como el orto. me contaron, una noche, entre vino y vino.



la belleza de la memoria me trae hasta acá algunos pedazos de esta historia. recordar es pensar y volver a recordar es ser memorioso y a veces torturado por tus propios recuerdos dícese pensamientos. pensar y comer cada bocado de la historia concluye en una cabeza quemada, atrofiada, desquiciada. recordar y volver a dibujar los pensamientos es otra opción: uno siempre agrega detalles que no existieron (pero los pensaste) para darle más fruta a la cuestión.

volviendo a la historia que pensé y que estoy recordando.

ay, todavía estoy creando algunas imágenes, denme una tregua.

ay.



bueno, está bien.

creo que (acabo de pensarlo) a ese pibe le gustaba una canción de una flor salvaje. yo creo que es un lindo tema (lo estoy recordando) es lindo porque me lo compartió (claro, ahí aparecí yo)

no no. me cuesta con esta historia. necesito recordar otra.



el otro día, mientras estudiaba planimetría (eso sí existió) encontré una hormiga que medía casi 2cm. qué flor de hormiga salvaje. era negra, inquieta. no me dejaba medirla, la muy rapidita. posta, era la señora hormiga. yo quería matarla (soy humana) pero me acordé de él y de esa creencia de no matar a los bichos. se salvó ( eso es un recuerdo).



cuando almorzamos, puteamos porque los limones de hoy en día vienen de una mala calidad que ni te cuento. se olvidaron del jugo, chicos. ( es mi mayor deseo : jugo del limón). cosas que uno espera, mínimas, como un mensajito de texto. sí, a todas nos gusta un buen mensajito pila.



todas las historias son recuerdos, luego ficciones, y de nuevo no existen. o son más reales que una hormiga de 2cm.



y todo eso, piensa una botella de vino, a las 4am, mientras te mira y te recuerda.

.
esta mañana amaneció temprano, esperé que fuese la hora, y me fui al banco. la cola de gente que uno se imagina, siempre. entré, miré un poco el panorama porque no entendía cuál era mi 'cola' (sí, vamos, mujeres, seamos realistas) bueno. una vez en mi fila, miro hacia el suelo: una señora desvanecida. imaginé, supuse o pensé (o las 3 cosas en distintos tiempos) que sólo se había desmayado.

pasaba la gente, pagaba el impuesto, cambiaba dinero, hacia un depósito, eran atendidos por la tarjeta crédito que llegó o por la que no llegó. todo seguía su ritmo bancario normal, pero la vieja seguía acariciando la alfombra del supervielle.

entonces, empecé a pensar que no era tan normal, qué por qué todos seguíamos actuando como si lo que estaba pasando era algo totalmente natural, como si la gente se desvaneciera de repente porque sí y luego se activara como un muñeco a control remoto.

la imagen de su marido acariciandola fue uno de los momentos más enamorados que he vivido en 22 años. el pobre viejo no sabía cómo mirarla para abrirle los párpados de un sacudón.

pasaron como diez minutos, el banco y su personal comenzaron a inquietarse, las cosas no iban bien. la chica de la limpieza (una guapa total) consolaba al viejito y todos mirabamos como queriendo hacer algo. pero parece que no nacimos todos para ser fuertes ó médicos ó nosabemoscómocarajoanimar.

resulta que llegó la ambulancia.

bajaron los paramédicos.

a tiempo ?

tiempo, todo este tiempo fue estrecho.

hicieron sus tareas, lo que les enseñó alguien, lo que sienten o lo que quieren hacer.

yo no quería ni mirar. estaba un poco estremecida. no entendía ni por qué había ido al banco.

así, miré de golpe y vi a la chica con traje de médica mover su boca y cabeza y decir no señor, no podemos hacer nada.

el viejo aplaudió y puteó.

y no quiso tomar el vaso de agua ni tomar el teléfono.

su mujer, su segunda esposa, a quien él llevó por una jubilación y algunos juguetes para su nietos, estaba mirandolo desde otro rincón, no desde el que él puede verla.

aunque la veía, no la tenía. la perdió, en un sitio tan vanal y absurdo como lo es un banco.

la perdió en el lugar donde otros lloran haber perdido hace unos días sus alhajas, sus ahorros millonarios.

el perdió el millón más puro y querible de su vida.



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ahora, quién le devuelve a este buen hombre sus 143 cajas de amor con su querida vieja?