Agosto suspira. Y se va: eso pensé hoy. Mes que empezaste fuerte, con un gran obstáculo. Te tuve miedo. Pero te aprobé y estoy más cerca del final. Siempre te empiezo, agosto, con la incertidumbre de cumplir años. La extraña sensación de huír ese 19. De querer viajarte, siempre que puedo. Pasaste por muchos momentos difíciles y me trasladaste a una cama de hospital, cuidando de ella con el viejo y el mar a mi lado. Paredes blancas, puras, gritando azulejos españoles. Mi abuela mirandote, junto conmigo, agosto. En esos días, yo no te supe mirar, mes, estabas explotando y yo no sabía para dónde girar. Pasaron las escenas, y te volviste a meter en mi piel. Te llamé y hablamos casi una hora. Me escribiste al tiempo, seguías ahí, esperandome, mientras yo intentaba hacer esa maqueta de música. Vos estabas ahí, como en el verano y esas noches de colchón en el pasto y cielo eterno. Asomaste tu poeta maldito, me lo advertiste, agosto. Cumplimos años, mes, y me llevaste a los aires buenos. Te lloré la noche de Legui. Y me regalaste sólo un texto, no me llamaste. Nuevamente te encontraste con tu gente porteña, saliste llena de vino.
Volviste a tu patria, agosto, más relajado que nunca. Estás de vuelta para darme revancha. Para hacerme saber que estás, estuviste y no sabés si estarás. En fin. Me regalaste una semilla de pasionaria seca, hace unos meses amigos atrás. La usé como esencia. Agosto de viento zonda y camisas a cuadros. Sacando fotos con los ojos y respirando alergia. No sos tibio, todo lo contrario.
El domingo pasado, te hiciste cómplice de mi abuelo y juntos me mostraton vhs de cuando era niña. Reconocí los rulos y el movimiento, mes querido. Te vi envuelto en una aspiradora de pisos de mármol, con un recuerdo de mi hermano, y un amor inexplicable. Extrañamos a mi hermano con Agosto.
Te compré una lámpara china para tu casa, que conocerás el año que viene, porque ahora ya te estás yendo. También, alguna que otra lámpara y un retrato de Frida. Todo eso conocerás dentro de doce meses, cuando ya seas otra persona, un poco más intensa.
Te compré una lámpara china para tu casa, que conocerás el año que viene, porque ahora ya te estás yendo. También, alguna que otra lámpara y un retrato de Frida. Todo eso conocerás dentro de doce meses, cuando ya seas otra persona, un poco más intensa.
Estás grande, ahora que el tiempo se refleja en tu pelo largo. Estás melancólicamente feliz, ahora que estás más lleno de sueños que nunca.
Voy a llenarte de plástico, mes, ya te fuiste.
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