estoy pisando los cables con mis dedos. como sea, voy a empezar este texto. el pelo mojado te hace escribir más rápido. y el roce de la piel con el plástico ni te cuento.
la cosa viene furiosa desde el viernes por la noche. mejor dicho, desde hace varios viernes por la noche. resulta que existe un momento de tu vida en que: sentis: que: estás completamente sola. el aire es parte de un estado buena onda, pero sentís algo extraño: te quedaste totalmente sola. siempre tuviste alguito que te mantenía un poquito la autoestima. siempre hubo alguno caricia suelta que te mandó un mensajito justo antes de quebrar el eje. por ahí una llamada. o un buen vino tinto. reconocer que nunca estuviste sola es parte de un crecimiento atroz. por que antes creías que lo estabas, pero ahora comprobás lo que es la soledad. te contaron que ese colgado hermoso con el que salías tomabas vino e ibas al cine universidad el año pasado, el viernes te cambió por otra. también te contaron que ese chico con el que estuviste hablando, también te cambió por otra. además, hace un par de semanas llamaste a tu ex en un estado de desquicie lindo (con una -ahora buena- razón), pero él sólo te envió un mensaje en toda la semana: te cortó el hilo. también fuiste el sábado a un cumple y tu ex ex ya estaba con otra guapeta. te quedaste sola guapita. la gente no tiene drama en contarte cómo los perros dejan de ladrar. vos sufrís un poco pero amás el estado de por fin sentir la soledad. saber que el mundo es manipulado por algunos deseos. que todo eso que te pasa siempre fue impulso de tus emociones. que estás matando recuerdos. y que cambiar de página no es tan mala idea. estás muerta de ganas de amanecer en otra casa que no sea tu casa. estás deseando que se rajen los escrúpulos de toda la gente. adorarías gritarle a ese chico que mirás desde que empezaste la carrera cuánto te gusta. querrías salir corriendo por esa casuarina directo a alguna nube con alguien. has pensado tanto, que has sentido tan poco. construír la soledad es levantar un muro de Berlín. lo estás haciendo. vas poniendo ladrillo con ladrillo. sabés tu presente. querés dejar el pasado. y de golpe. así. sos consciente de que en tres días ya tus números crecen un año. sólo deseas que ninguno de todos estos pasados asome su nariz. porque ahora tu soledad es tu esencia. necesitás una sustancia. y un accidente disfrazado de sábanas. que no sean blancas.
de paso. saber. los cables siguen rozando mi piel. y el pelo está aún más mojado. me parece que no estoy tan sola cuando siento el olor a jabón y veo que la espalda me está acompañando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario