martes, 12 de julio de 2011



estoy a punto de subirme a la bici del E.T. es parte de un proceso emocional que me tira hacia la luna. están apareciendo algunas estrellas. y ya la noche se pone en putita. necesito que me ayuden a descrifrar este viaje. aunque, intuyo, un poco, cómo viene la mano. sí. acabo de recibir, hoy doce de julio, la despedida de amor más poeta, pura y sensible que recibiré en toda la vida. sí. fue eso. a veces creo que ir a la luna es parte de estas ganas de huir de mis problemas. una necesidad de hacerme la dura y refugiarme en un lugar donde nadie me vea. el E.T. me dijo que todo bien. que nos vamos de gira esta noche. que podemos ir al cine, pero que no da, que mejor una cenita tranqui, y luego, la bicicletona. eso. saben que yo le creo al E.T., lo hago desde que tengo recuerdos y con mi hermano flasheabamos con esa peli. bueno, la idea es armar una comidita y luego, salir. yo tendría que esperar que se sequen mis uñas rojas, que las pinté ayer al mediodía y todavía no aflojan. después una duchita. la tijera siempre lejos, no vaya a ser cosa que me mate los pelos, otra vez.



el punto donde todas los lunares que tengo concluyen es: buscar refugio en la mamá tierra, donde estamos sólo la piel, el espacio, los lunarcitos, la señora luna, la bici, el E.T. y yo que los miro a todos como esperando despertar del sueño.


si nos vamos de viaje, que sea rápido, que dure unas horas, que la luna nos respire, y que los amantes de la noche sepan lo que hicimos con el día.

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