lunes, 4 de junio de 2012


Gotas, gotas
 ¿Qué sentirán las gotas cuando vienen cayendo como artificios del aire? Como esferas cargadas de algo más. Como escenas violentas de un pasado de agua. Como cuando estrujas un gajito de mandarina. Como cuando alguien te abraza y algo fluye. O como una cuchara que rebota en la tierra. Qué sentirán cuando el vértigo se aproxima y saben que están por caer y demostrarnos su existencia. Qué pasará en ese punto donde dos gotas toman el mismo sentido y se chocan, son una misma cosa y juntas deciden explotar en otra materia. Qué se les cruzará por la cabeza mientras descubren lo efímeras que son. Cuántas veces habrán tenido ganas de ser eternas y relamernos en ese punto donde las sentimos atravesar nuestra piel. Cómo es que son tan frías y otras ácidas y otras grises y otras tan del cielo. Me pregunto si conversan con las nubes o ya han decidido ignorarlas. Imagino cuántas gotas ríen en ese suceso que vienen cayendo y desconocen si serán parte del aire o simplemente mutarán en un árbol. Cómo será el proceso de elección de la gota más pura y la más puta. Cómo es que las gotas tienen tanta personalidad y a la vez son tan efímeras?
Gotas, gotas. Las estoy esperando.

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