Pautamos encontrarnos allí: en
ese punto donde convergen dos importantes ejes urbanos. Te esperaría adentro,
tímida, siempre deseándote. Me dijiste que vendrías vestido de un color
radiante: fue ahí donde te imaginé contrastando con la calma de este Pasaje.
Estábamos decididos a encontrarnos,
luego de imaginarnos a lo largo de unos cinco o seis años. Recordaba como había
empezado el juego y de cómo vos te habías metido ficticiamente en mi piel,
siempre impulsado por la carne de otro ser humano.
El día pasó, transitó, y decidí
mirar el reloj seduciéndolo para que diera con la hora de tomar el colectivo
gaseoso.
Fui agua durante todo el viaje
donde los transeúntes me miraban raro y algunos hasta subían el volumen de su
música frente a mi tardía pero existente coloración rosada mutando en marrón.
La cosa se puso sería cuando el
colectivo se llenó de gente y yo no sabía en que parte del piso escurrirme. Siempre
queriendo llegar a ese punto urbano donde aparecerías vos con ese color
determinante.
Así, entre resbalón y resbalón,
llegué. Te esperé y mientras tanto conversaba con las esferas del vidrio. Este lugar
es casi tan bello como ese gesto de cerrar un poquito los ojos y dejar fugar las
luces por la autopista.
Me dio un poco de frío cuando ese
atrevido señor me mezcló con hielo, pero nada era tan doloso mientras vos
aparecieras por alguna de las tres entradas a este sitio.
Estaba jugando con un cubito de
agua mutante y apareciste vos. Estabas ácido, pero te metiste de inmediato en
mis burbujas. Guau.
Hablemos de cómo un pedazo de
vidrio nos contuvo en este sitio, mientras ese señor nos miraba de reojo.
Fuimos tomados, engañados,
mientras nos mirábamos como dos desconocidos. El señor nos introdujo en su ser,
luego de observar todo el sitio. Decidió matarnos la materia. Nos llevó a
lugares infinitos. Nos hizo carne de su carne. Fuimos tomados.
Estoy esperando que mientras este
aventón pase, volvamos a vivir cinco o seis años más: pero ya no seamos ni una
bebida ni una fruta, sino algún reflejo del señor que nos ha tomado.