Todo lo que pueda suceder en el
punto donde tu cara es un lunar simétrico con tu nariz. Donde las leyes
físicamente geométricas se alinean y la razón pierde grosamente. Ahí es donde
respiro cuando amanezco en el punto que tus facciones me regalan entre sol,
nubes, lluvia o lo que tenga que venir. Es justo en esa instancia donde se
detiene todo lo conocido y pierdo el eje de los deseos. El mundo ya es un
completo desconocido y sólo queremos ir de un punto lunático a una línea
oblicuamente vos.