lunes, 8 de junio de 2009

.COPACABANA, she´s like a rainbow.

She comes in colors everywhere; when She comes her hair She's like a rainbow Coming, colors in the air
Oh, everywhere She comes in colors She comes in colors ev'rywhere; when She comes her hair She's like a rainbow Coming, colors in the air
Oh, everywhere She comes in colors Have you seen her dressed in blue? See the sky in front of you And her face is like a sail Speck of white so fair and pale Have you seen a lady fairer?
She comes in colors ev'rywhere; She combs her hair She's like a rainbow Coming, colors in the air Oh, everywhere She comes in colors Have you seen her all in gold? Like a queen in days of old She shoots colors all around Like a sunset going down Have you seen a lady fairer?
She comes in colors ev'rywhere; She combs her hair She's like a rainbow Coming, colors in the air Oh, everywhere She comes in colors She's like a rainbow Coming, colors in the air Oh, everywhere
She comes in colors,

Así como del fondo de la música brota una nota que mientras vibra crece y se adelgaza hasta que en otra música enmudece, brota del fondo del silencio otro silencio, aguda torre, espada, y sube y crece y nos suspende y mientras sube caen recuerdos, esperanzas, las pequeñas mentiras y las grandes, y queremos gritar y en la garganta se desvanece el grito: desembocamos al silencio en donde los silencios enmudecen.
Silencio, por Octavio Paz.


















.cruzar la frontera, hacer pie en Villazón. es inevitable no sentirse abrumado en ese lugar. el panorama de bombitas era increíble. tanta agua junta. linda bienvenida.

.el primer gran desconcierto. no saber hacía dónde ir, ni dónde disparar la mirada.

la búsqueda humana atroz, tan necesaria.

.el viaje en tren, soñado.

.y un nuevo desconcierto, que nos miraba puro, de color blanco.

enjoy the silence.


Entonces, elegí mirar en otro sentido, elevé mi vista hacia el cielo y mientras aquel coche se movía, pude jugar en mi mente con el contraste de la arboleda amarilla de calle San Martín con el cielo (tan azul como sea posible). Ese juego motivaba la espacialidad del lugar y generaba un parpadeo constante entre el adentro y el afuera, disparaba tantas imágenes que sentí que el cielo vomitaba hojas amarillas, lanzaba su presencia en el espacio, devoraba.
Las hojas fluían en todas las direcciones, disparando más gestos, más color, más pureza, más luz y más sombra, más deseos, más ritmos.. Entendían su limitación y componían atrozmente, salvajes, dueñas del lugar, interactuando con lo construido y lo efímero al mismo tiempo. Se mezclaban y enmudecían el espacio. Lo hacían propio, y luego, perpetuo.
Así, sentí que eso mismo motivó la sensación espacial dentro de la vivienda: al verla, Wright apareció en nuestras mentes inevitablemente.. al entrar, el puente fue clave y marcó el cuadro interior, lo sentimos protagonista. Percibí que cada punto del lugar vomitaba algo distinto, liberaba gestos puros y simples. El espacio envolvía gracias a su nivel de diseño y armonía. La simpleza nos hablaba e invitaba a recorrer cada rincón de la vivienda. Sentimos que la arquitectura nos regalaba su existencia siendo carne, siendo viva, siendo espacio.